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Frontera Biotecnol%u00f3gica | N%u00b0 29 septiembre-diciembre 2024 62ISSN: 2448-8461La cal%u00e9ndula (C. officinalis) contiene varios carotenoides, siendo los m%u00e1s destacados la lute%u00edna, zeaxantina, y %u03b2-caroteno, los cuales aportan beneficios como la reducci%u00f3n del riesgo de degeneraci%u00f3n macular, y su actividad antioxidante. En la industria alimentaria, su aplicaci%u00f3n se centra en resaltar la tonalidad en l%u00e1cteos (Olennikov y Kashchenko 2022).El ip%u00ea-amarelo o T. aurea, contiene carotenoides como la lute%u00edna y la zeaxantina, las cuales son responsables del color amarillo vibrante de las flores. Esta flor se considera una alternativa id%u00f3nea para la coloraci%u00f3n de alimentos destinados a beb%u00e9s, dado su origen natural y sus propiedades beneficiosas. Asimismo, su pigmento amarillo vibrante resulta particularmente adecuado para realzar la presentaci%u00f3n de galletas y postres, aportando un atractivo visual sin recurrir a colorantes sint%u00e9ticos (Rahman et al. 2015).Finalmente, la dahlia, perteneciente al g%u00e9nero Dahliaspp, contiene carotenoides, entre ellos: el %u03b2-caroteno, la lute%u00edna y la zeaxantina. Aunque no son com%u00fanmente utilizadas como fuente principal de carotenoides en la industria alimentaria, sus extractos pueden potencialmente ser utilizados como colorantes naturales en productos alimenticios, incrementando tanto su presentaci%u00f3n apetecible como su calidad nutricional (Moldovan et al. 2024).La transici%u00f3n hacia el uso de colorantes naturales en lugar de sint%u00e9ticos no solo responde a preocupaciones sobre la salud, sino que tambi%u00e9n representa una oportunidad significativa para la innovaci%u00f3n en la industria alimentaria. A medida que los consumidores buscan productos m%u00e1s seguros y sostenibles, los colorantes naturales se posicionan como una alternativa viable que puede enriquecer tanto la est%u00e9tica como el valor nutricional de los alimentos. En particular, aquellos de tonalidad amarilla, pueden derivarse de diversas fuentes; sin embargo, los colorantes a partir de flores como el cempas%u00fachil (T. erecta), la cal%u00e9ndula (C. officinalis), el ip%u00ea-amarelo (T. aurea), y la dahlia (Dahlia spp.) se presentan como una alternativa a los amarillos sint%u00e9ticos. Esto debido a su abundancia en metabolitos fitoqu%u00edmicos, como carotenoides y flavonoides, que no solo proporcionan una amplia gama de tonalidades, sino que tambi%u00e9n ofrecen beneficios adicionales para la salud. Esta combinaci%u00f3n de factores posiciona a los colorantes florales como una alternativa atractiva en la industria alimentaria.Al Instituto Polit%u00e9cnico Nacional por el financiamiento otorgado a las autoras Beatriz P%u00e9rez Camacho y Arantza S%u00e1nchez-Orantes en el proyecto 2024-A053. Conclusi%u00f3nAgradecimientos